La administración Trump enfrenta nuevas interrogantes tras revelarse que Amy Gleason, identificada públicamente como líder de DOGE, ha trabajado simultáneamente como consultora en el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) desde febrero.
El juez John Bates ordenó revelar documentos que exponen la situación de Gleason, destacando «riesgos potenciales en el manejo de información confidencial»
>. Mientras, el juez Theodore Chuang sostuvo que Elon Musk sigue ejerciendo influencia decisiva en DOGE.
En declaraciones juradas, Gleason omitió mencionar su rol en HHS y afirmó: «Superviso a todos los empleados de DOGE […] reporto al Jefe de Gabinete de la Casa Blanca». Sin embargo, su perfil de LinkedIn revela una trayectoria enfocada en consultoría de salud, no en reorganización gubernamental.
Este caso alimenta 47 demandas contra DOGE por presuntas violaciones constitucionales. Mientras, dos colaboradores cercanos –Jordan Wick y Brad Smith– fueron reasignados a otras agencias, según documentos judiciales.
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