El gobierno de Japón ajustó este martes su pronóstico de crecimiento económico para el último trimestre de 2023 a un 2,2% anual, reduciendo la estimación inicial del 2,8%. La Oficina del Gabinete atribuyó esta desaceleración al debilitamiento del consumo privado y ajustes en los inventarios empresariales.
A pesar de ser el tercer trimestre consecutivo de expansión, estos resultados complican la política monetaria del Banco de Japón, que evalúa aumentar tasas de interés ante presiones inflacionarias.
La economía nipona enfrenta incertidumbres geopolíticas, incluyendo posibles aranceles de EE.UU. bajo la administración de Donald Trump. El ministro de Comercio Yoji Muto realiza gestiones en Washington para proteger exportaciones de acero y aluminio.
Los aumentos salariales récord en negociaciones laborales podrían contener la deflación histórica que ha afectado al país asiático durante décadas.
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