Mientras el expresidente Donald Trump reactiva su política de «America First», países de todo el mundo enfrentan un dilema: ¿responder con contramedidas o buscar acuerdos bajo presión? 
«Es como negociar con un pez podrido en la mesa», declaró un funcionario anónimo de la UE, criticando la estrategia de presión de la Casa Blanca.
Con el 2 de abril como fecha clave para nuevos aranceles «recíprocos», naciones como Reino Unido y Australia intentan ganar tiempo. Keir Starmer, primer ministro británico, envió a su ministro de Comercio a Washington buscando un «enfoque pragmático».
Expertos advierten que la paciencia de México y China tiene límites. Arturo Sarukhán, exembajador mexicano, señala: «La presión por responder crecerá junto con el impacto económico». Mientras, Canadá y la UE intentan equilibrar firmeza con diálogo, como muestran las recientes llamadas entre Maroš Šefčovič y funcionarios estadounidenses.
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