Con una tasa de desempleo en 4.1%, Donald Trump hereda una economía en tensión. Su agenda promete crecimiento acelerado y reducción de impuestos, pero enfrenta obstáculos como inflación, déficit fiscal y políticas migratorias que podrían frenar su impulso.
Según AP VoteCast, el 40% de los votantes eligió a Trump esperando soluciones al alza de precios. Sin embargo, datos recientes muestran que la inflación subió de 2.4% en septiembre a 2.9% en diciembre, con riesgos adicionales por posibles aranceles.
El plan de imponer 25% de aranceles a México y Canadá desde febrero busca frenar migración ilegal, pero analistas advierten que aumentarían los costos para familias. En su primer mandato, estos gravámenes generaron $85,400 millones anuales, equivalente al 0.4% del PIB.
22% de los $36 billones de deuda se originaron en el primer gobierno de Trump. Expertos como Paul Winfree alertan: «El largo plazo es hoy», con tasas de interés del 4.6% en bonos del Tesoro a 10 años.
El 84% del crecimiento poblacional en 2023 vino de inmigrantes (2.8 millones). Restringir su entrada al nivel de 750,000 anuales, como en 2017-2019, podría reducir el crecimiento económico del 2.7% al 2%, afectando sectores clave como construcción y agricultura.
Mientras Elon Musk y Jeff Bezos aumentaron su fortuna en $6,000 a $23,000 millones solo en enero, el patrimonio medio de hogares estadounidenses creció $9,600 en 2021-2022, según el Censo. ¿Podrá Trump conciliar los intereses de sus votantes con los de la élite?
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