En un movimiento que ha generado críticas, la administración Trump cerrará la Oficina de Investigación y Práctica del Long Covid, según un correo interno del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) obtenido por medios especializados.
El cierre ocurre pese a que 6% de adultos estadounidenses (equivalente a 23 millones de personas) sufren esta condición, según datos del NIH. «Abandonar este trabajo nos costará décadas de atención médica costosa», advirtió un empleado anónimo del HHS.
El senador Tim Kaine (demócrata con Long Covid) calificó la medida como «inaceptable», cuestionando si el objetivo es financiar «recortes fiscales para los ricos». Por su parte, el activista Ezra Spier recordó que «no hay tratamientos aprobados ni médicos capacitados» para esta condición.
Expertos advierten que sin esta oficina, se duplicarán esfuerzos y se ralentizará el apoyo a pacientes que enfrentan problemas laborales, familiares y médicos crónicos.
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