Elon Musk, el magnate tecnológico, y Russ Vought, exdirector de Presupuesto de la era Trump, han forjado una alianza que está redefiniendo la estructura del gobierno federal. Según exfuncionarios de la administración, Musk actúa como «la cara pública» de los recortes burocráticos, mientras Vought aporta su experiencia técnica para ejecutar cambios radicales.
La dupla ha logrado reducir agencias como la CFPB, pero enfrenta críticas por métodos «caóticos y dañinos». Max Stier, experto en gestión pública, advierte:
«Vought busca remodelar el gobierno bajo su visión ideológica; Musk parece enfocado en destruir sin medir consecuencias».
Aunque algunos recortes han sido frenados por los tribunales, la influencia de Musk ha dado legitimidad política a propuestas antes marginales. «Elon ofrece un permiso tácito para que republicanos apoyen medidas impensables hace un año», señaló un exasesor anónimo.
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