El fiscal general de Florida, James Uthmeier, lanzó una advertencia sin precedentes al Concejo Municipal de Fort Myers tras rechazar un acuerdo con el programa 287(g) de ICE, calificando la decisión como «violación grave de la ley anticiudades santuario».
El gobernador Ron DeSantis respaldó la medida con un mensaje en X: «Los días de inacción terminaron. Gobiérnense en consecuencia», recordando su historial de destituciones a fiscales disidentes.
En una votación cargada de emotividad, la concejal Darla Bonk declaró entre lágrimas: «Mi ciudad no está en venta», reflejando preocupaciones sobre perfiles raciales en una ciudad donde el 25% es latina.
Mientras 100 agencias policiales ya se adhirieron al modelo 287(g), el jefe policial Jason Fields aclaró: «No arrancaremos madres e hijos de sus casas. Buscamos criminales peligrosos».
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