Madre guatemalteca lucha por sobrevivir con su hija tras la deportación de su esposo
Con una bebé de 14 meses en brazos y escasos recursos, Leyla Ac Choc enfrenta cada día con angustia después de que su esposo, atormentado por un dolor insoportable en un ojo y negado de atención médica en el centro de detención Alligator Alcatraz, optara por autodeportarse.
Detención y sufrimiento en Alligator Alcatraz
Su vida se derrumbó el 7 de julio cuando escuchó un mensaje de su esposo notificándole que las autoridades migratorias lo habían detenido en Homestead mientras buscaba a un compañero de trabajo para ir a los campos donde cosechaban tomates y otros cultivos.
“Noté el audio alrededor de la 1 de la tarde”, relató Ac Choc, originaria de Guatemala. “Él dijo: ‘Migración ya me agarró. Cuídate y cuida a mi niña’, y yo pensé: ‘¿Qué voy a hacer ahora?’”.
Su esposo, originario de Cuilco, un municipio en el departamento guatemalteco de Huehuetenango, había vivido en Estados Unidos durante 14 años. Ac Choc afirmó que no tenía casos migratorios pendientes ni antecedentes penales.
Mientras estaba confinado en el polémico centro de detención Alligator Alcatraz en los humedales de los Everglades, el hombre desarrolló una hinchazón en un ojo que pronto se volvió insoportable. El dolor era tan intenso que le provocaba dolores de cabeza severos, según su esposa.
A pesar de solicitar atención médica y realizar una huelga de hambre con otros detenidos, no recibió medicamentos, dijo su esposa.
“Hicieron una huelga de hambre para que al menos les dieran medicamentos, al menos asistencia médica. Pero a él y a todos allí no les dieron nada. No los trataron como humanos, los trataron como animales. Así que él sufrió allí durante un mes”, declaró la mujer.
Autodeportación y vida en la pobreza
Después de soportar un mes en Alligator Alcatraz con dolor intenso y sin posibilidad de una audiencia ante un juez pronto, optó por pedir ser devuelto a Guatemala.
“Le dijeron que si esperaba una audiencia, tendría que esperar 90 días. Tenía una fecha el 7 de agosto, pero todo fue cancelado y dijeron que todo había cambiado. Si no querían esperar, tenían que firmar sus papeles de autodeportación”, explicó Ac Choc.
Su esposo eligió irse, y ella tuvo que mudarse a “una habitación muy pequeña y apretada” con su hija Melany Reynoso, donde es difícil conseguir más de $500 al mes para renta, agua y electricidad.
Cuando consigue un viaje, Ac Choc deja a Melany en la guardería y se dirige a los campos, aceptando cualquier trabajo agrícola que le ofrezcan.
Suele tener que pagar $25 a personas con vehículos que cobran por llevar a otros a donde necesitan ir, pero eso no es viable para ella cuando a veces gana solo $80 o $100 por un día de trabajo.
Esta situación le impide trabajar regularmente, llevar a Melany a la guardería y hacer otros mandatos que su esposo solía manejar. No puede conducir porque no tiene licencia de manejo.
“La vivienda se complicó para mí el mes pasado. Estoy luchando mucho con la necesidad financiera”, dijo, mientras Melany jugaba a su lado, inconsciente de su situación precaria.
Necesidades urgentes y llamado a la ayuda
Además, debe apoyar a otra hija de 12 años en Guatemala que está al cuidado de su abuela; solía enviar dinero para que la niña pudiera estudiar y comer.
Pagar la renta no es la única necesidad de Ac Choc. También necesita una cama tamaño completo para ella y su hija, ropa para la niña, dinero y, sobre todo, comida para ambas.
“Si la gente tuviera ese gran corazón, podría ayudarme un poco económicamente o con comida porque eso es lo principal para mí y mi niña”, dijo esta madre guatemalteca, que ha trabajado nueve años en los campos agrícolas del sur de Florida desde que cruzó la frontera buscando un futuro mejor.
Francis Contreras de la Redlands Christian Migrant Association, la organización que nominó a Ac Choc para recibir asistencia de Wish Book, confirmó que la mujer y su hija están en verdadera necesidad de apoyo.
Explicó que con los fondos que las personas puedan donar, Ac Choc podría abordar algunas de sus necesidades y las de su hija. El dinero que tenía se agotó después de la deportación de su esposo y tuvo que cubrir los gastos médicos que surgieron cuando la niña se enfermó gravemente con una infección respiratoria de la que ahora se está recuperando.
La asociación migrante ha apoyado a Ac Choc, pero también carece de fondos suficientes debido a la eliminación de la ayuda federal. Como resultado, ha tenido que suspender o reestructurar algunos servicios y cerrar alrededor de diez de los más de 70 centros que opera en todo el estado.
Contexto migratorio en América del Sur
La historia de Leyla Ac Choc se enmarca en un fenómeno migratorio más amplio. La siguiente tabla muestra datos sobre la migración en América del Sur, destacando el aumento significativo en ciertos países, como Venezuela, lo que refleja las dificultades que impulsan a las familias a buscar mejores oportunidades en el extranjero.

Ac Choc enfatizó que su situación es desesperada. Sus dos hermanas que viven en Pensilvania tampoco pueden ayudarla, y regresar a Guatemala no es una opción por ahora. En Quiché, el pueblo maya donde nació, solo hay “pura pobreza, y si te dan trabajo lavando ropa, te pagan $3”.
“La verdad es que estoy en una situación muy crítica y ya no puedo más. A veces me desespero mucho, no puedo dormir, no puedo hacer nada. Hay momentos en los que siento que no quiero existir más en este mundo, porque me duele lo que está pasando”, confesó.
¿Cómo ayudar?
Para asistir a familias como la de Leyla Ac Choc, se pueden realizar donaciones a organizaciones que apoyan a migrantes en necesidad. La Redlands Christian Migrant Association es una de ellas, pero debido a recortes de fondos, la ayuda comunitaria es crucial.
- Necesidades inmediatas: Comida, ropa, cama tamaño completo, ayuda financiera para renta y servicios.
- Apoyo a largo plazo: Asistencia legal, oportunidades de empleo estable, cuidado infantil accesible.