El presidente Donald Trump ha firmado una orden ejecutiva que establece al inglés como el idioma oficial de EE.UU. Esta medida, histórica en el ámbito federal, revierte un mandato heredado de la administración de Bill Clinton que exigía asistencia lingüística para quienes no hablaban inglés.
Con esta decisión, la Casa Blanca pretende unificar a los ciudadanos bajo un lenguaje común, argumentando que, aunque se hablan más de 350 idiomas en el país, el inglés es el idioma predominante y vital para alcanzar el Sueño Americano. La orden delega a las agencias la discreción sobre cuándo y cómo ofrecer servicios en otros idiomas, promoviendo así una mayor integración en el entorno nacional.
Según el comunicado emitido por la Casa Blanca, la medida está diseñada para celebrar a los ciudadanos que han aprendido y transmitido el inglés de generación en generación. Trump ha defendido esta política desde el inicio de su carrera política, respaldado por legisladores republicanos en diversas instancias del Congreso.
La administración defiende que esta acción forjará la identidad nacional al colocar al inglés en el centro de la comunicación federal. Al mismo tiempo, se reconoce la diversidad lingüística de los inmigrantes que, al aprender el idioma común, pueden impulsar sus oportunidades y consolidar su integración en la sociedad americana.
Expertos y ciudadanos han mostrado opiniones encontradas, resaltando tanto la búsqueda por la cohesión nacional como las inquietudes sobre el acceso a servicios para las comunidades no anglófonas. Sin embargo, la medida se percibe como un paso más en una política que prioriza la unificación y el fortalecimiento de la identidad americana.
Te invitamos a seguir de cerca las noticias y a reflexionar sobre el impacto de este cambio en la sociedad.
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