La evolución de Otter.ai: Más allá de la transcripción de reuniones
Otter.ai, la startup de Silicon Valley, está dando un giro estratégico al dejar de ser visto como un simple transcriptor de reuniones para convertirse en una base de conocimiento corporativo. Este martes, la compañía lanzó una nueva suite de herramientas diseñadas para integrar datos de reuniones en otros flujos de trabajo, marcando el inicio de su nueva fase evolutiva.

Nuevas herramientas para empresas
La suite de productos incluye:
- API personalizada: Permite integraciones con plataformas como Jira y HubSpot.
- Servidor MCP: Conecta los datos de Otter con modelos de IA externos.
- Agente de IA: Capaz de buscar en notas de reuniones o presentaciones de la empresa.
Según el CEO Sam Liang, este cambio representa la transición de Otter.ai de un tomador de notas a un sistema de registro corporativo para conversaciones, ayudando a las empresas a escalar su crecimiento y generar valor empresarial medible.

Contexto del mercado y competencia
Desde su fundación en 2016, Otter.ai ha operado en un mercado que ha crecido significativamente, especialmente con el auge de la IA en 2022, que impulsó a startups como Granola o Circleback, y revitalizó a actores establecidos como Fireflies. Liang argumenta que esta evolución coloca a Otter en una categoría separada de sus antiguos competidores.
El valor del conocimiento en las reuniones
Liang destaca que las reuniones almacenan la mayor parte del conocimiento corporativo, desde llamadas de ventas hasta estrategias de marketing. Sin un lugar centralizado para estas notas, la información no se aprovecha al máximo. «La ineficiencia ocurre debido a los silos de información», explicó, subrayando la necesidad de un sistema de permisos para compartir datos no confidenciales de manera amplia.

Privacidad y preocupaciones legales
A pesar de los controles de acceso, la privacidad de los empleados y la información sigue siendo una preocupación. Las transcripciones de Otter capturan conversaciones informales que podrían contener chismes o datos sensibles. Además, la compañía enfrenta una demanda colectiva en agosto por presuntamente grabar conversaciones privadas sin consentimiento para entrenar sus servicios.
Liang no comentó específicamente sobre la demanda, pero afirmó que este no es un problema exclusivo de Otter y que, en general, «más acceso a la información es mejor que menos», defendiendo su papel en la revolución de la IA.