El índice de confianza del consumidor estadounidense registró su cuarto mes consecutivo de descenso en marzo, según el último informe de The Conference Board. La preocupación por aranceles comerciales, inflación y tasas de interés ha llevado las expectativas laborales futuras a su nivel más bajo desde 2012.
A pesar de un desempleo del 4% y crecimiento proyectado para 2025, las políticas de la administración Trump generan incertidumbre. «Los consumidores ya no ven su situación personal como ajena a los riesgos macroeconómicos», advierte Stephanie Guichard, economista de The Conference Board.
Las ventas minoristas mostraron debilidad en enero, y la recuperación de febrero fue más modesta de lo esperado. «Si los aranceles fueran el único factor, veríamos compras anticipadas. La desaceleración es señal de un consumidor vulnerable», analiza Andrew Hollenhorst de Citi.
«El riesgo real es que este pesimismo se traduzca en menor consumo, el motor principal de la economía» — Chip Hughey, Truist.
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