El vicepresidente estadounidense JD Vance y su esposa llegaron este viernes a la base militar Pituffik en Groenlandia, en un viaje recortado tras fuertes críticas de autoridades locales y danesas por no haber sido consultados inicialmente. 
La tensión se agudiza tras declaraciones de Trump esta semana:
«No sé si los groenlandeses quieren ser ciudadanos estadounidenses, pero tenemos que convencerlos»
Cora Høy, residente de Nuuk, expresó: «Groenlandia no está en venta», mientras Inuk Kristensen criticó: «No se llega así a un país diciendo que quieres comprarlo».
Groenlandia, con sus recursos minerales y posición clave en el Ártico, se ha convertido en foco de interés global. 
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