Reconocimiento mundial a la lucha incansable por la democracia
En un país donde la disidencia suele conducir al exilio o la prisión, María Corina Machado representa algo poco común: la resistencia inquebrantable. Este viernes 10 de octubre de 2025, su odisea fue reconocida con el Premio Nobel de la Paz, honrando su lucha de décadas por la democracia en Venezuela.

Trayectoria de una luchadora incansable
El Comité Nobel citó su «trabajo incansable promoviendo los derechos democráticos del pueblo venezolano y por su lucha para lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia». Para Machado, de 58 años, esto no solo es una validación personal, sino, como ella misma expresó, un «reconocimiento inmenso de la lucha de todos los venezolanos».
Orígenes y formación
- Nacimiento: Caracas, 1967, en el seno de una familia profesional.
- Educación: Graduada en Ingeniería Industrial de la Universidad Católica Andrés Bello, con maestría en finanzas del IESA y participación en el Programa World Fellows de Yale en 2009.
- Inicios sociales: Fundó Fundación Atenea en la década de 1990 para ayudar a niños huérfanos y en riesgo.
Confrontación con el régimen chavista
Su despertar político llegó en 2002 durante la revolución bolivariana de Hugo Chávez. Junto al ingeniero Alejandro Plaz, cofundó Súmate, un grupo cívico dedicado a proteger la integridad electoral. En 2004, organizaron un referéndum revocatorio contra Chávez, lo que llevó a que Machado fuera acusada de traición por recibir apoyo de la National Endowment for Democracy de EE.UU.

Momentos clave de resistencia
- 2010: Entró formalmente a la política, ganando un escaño en la Asamblea Nacional con la mayor votación del país.
- 2012: Enfrentó a Chávez en vivo durante su discurso anual, declarando: «Expropiar y no pagar es robar».
- 2014: Durante las protestas contra Maduro, denunció la violencia estatal ante la Organización de los Estados Americanos, lo que llevó a que el régimen le quitara ilegalmente su curul.
Perseverancia frente a la represión
A diferencia de muchos de sus colegas, Machado nunca huyó de Venezuela.
«Mi lugar está aquí, junto a mi pueblo»
, insistió. En 2023, anunció su candidatura en las primarias presidenciales de la oposición, bajo el lema Hasta el final, atrayendo multitudes masivas. Sin embargo, el régimen de Maduro la descalificó para ocupar cargos públicos por 15 años, un movimiento condenado internacionalmente.
Estrategias de adaptación
Tras ganar las primarias, designó a la académica Corina Yoris como candidata suplente, y luego al diplomático Edmundo González Urrutia, quien lideraba en las encuestas contra Maduro a mediados de 2024. Las elecciones de julio de 2024 descendieron al caos, con expulsión de testigos y fraude electoral denunciado por Machado.
Reconocimientos globales y legado
Machado ha recibido múltiples premios, incluyendo el Premio de Derechos Humanos Václav Havel y el Premio Sájarov del Parlamento Europeo en 2024, además de ser nombrada una de las 100 personas más influyentes por Time. El Nobel de la Paz de 2025 corona su resistencia no violenta como un símbolo de resiliencia democrática global.
«María Corina Machado ha demostrado que las herramientas de la democracia son también las herramientas de la paz. Encarna la esperanza de un futuro diferente», escribió el Comité Nobel.
Aunque a menudo llamada la Dama de Hierro de Venezuela, su plataforma es progresista, abogando por la privatización de empresas estatales, el matrimonio igualitario y la regulación del cannabis medicinal. A pesar de las amenazas y la persecución, sigue firme en su convicción: «No somos víctimas, somos ciudadanos reclamando lo que nos pertenece: nuestra libertad».