Una Epidemia de Terror y Violencia Sexual
En Haití, la violencia sexual se ha convertido en un arma de guerra sistemáticamente empleada por pandillas armadas para aterrorizar a la población. Mujeres, niñas e incluso hombres son víctimas de una ola de atrocidades que recibe poca atención internacional, agravada por el estigma social y el colapso de las instituciones.
El Caso de Micheline: Un Testimonio Desgarrador
En marzo de 2024, Micheline, entonces de 14 años, vivió una pesadilla. Ocho hombres encapuchados irrumpieron en su hogar, restringieron a su padre a punta de pistola y violaron en grupo a su madrastra frente a ellos. Luego, dispararon a su padre e incendiaron la casa. A Micheline, aún con su uniforme escolar, la llevaron a un campo abandonado donde, durante cinco días, fue violada y golpeada repetidamente junto a otras cinco niñas cautivas.
“Prácticamente todos los días, nos violaban a las seis”, relató Micheline en un susurro.
Fue encontrada inconsciente en un campo y llevada a la Brigada de Protección de Menores de la policía haitiana. Afortunadamente, no contrajo enfermedades de transmisión sexual ni quedó embarazada, un destino que muchas otras no comparten.
Estadísticas Alarmantes y un Contexto de Impunidad
Entre enero y septiembre de 2025, las organizaciones humanitarias reportaron más de 7,400 casos de violencia de género en Haití, un promedio de 27 casos diarios. Más de la mitad son agresiones sexuales, y el 65% involucra a varios agresores. Según la ONU, 15 víctimas fueron asesinadas después de ser violadas.
- Víctimas: Mayoría mujeres y niñas, pero también hombres.
- Perpetradores: Se cree que la mayoría son miembros de pandillas armadas.
- Lugares de ataque: Carreteras controladas por pandillas, campos de desplazados y vecindarios bajo su dominio.
Otros Rostros del Trauma: Guerda, Rita y Marlene
La historia de Micheline no es aislada. Guerda, de 22 años en ese momento, fue violada por tres pandilleros frente a su familia en noviembre de 2022. Quedó embarazada y, aunque el aborto es ilegal en Haití, intentó interrumpir el embarazo por miedo al estigma. Hoy, a los 25 años, vive desplazada con sus dos hijos.
Rita, de 29 años, fue violada en grupo en abril de 2023 después de que pandilleros detuvieran el autobús en el que viajaba. Previamente, en julio de 2022, perdió a su esposo y a su hija de 2 años por la violencia pandillera. Ahora sobrevive mendigando en las calles.
Marlene, una viuda con cuatro hijas, fue violada por cuatro hombres el 9 de abril de 2023. Como consecuencia, contrajo el VIH y ahora vive en la calle, llevando consigo un informe médico como prueba de su ataque.
La Respuesta Insuficiente y los Recursos Limitados
Organizaciones como Òganizasyon Fanm Vanyan an Aksyon (OFAVA) brindan refugio, atención psicológica y médica a sobrevivientes, pero la demanda supera con creces los recursos. “Antes, podíamos acomodar hasta 175 sobrevivientes. Ahora tenemos un espacio mucho más pequeño”, explicó la fundadora Lamercie Charles-Pierre.
La ayuda internacional se reduce, especialmente con los recortes de fondos de la administración Trump a agencias de la ONU. Médicos Sin Fronteras ofrece clínicas móviles y tratamiento, pero muchas víctimas no pueden acceder a servicios debido a caminos bloqueados, miedo o falta de instalaciones cercanas.
Declaraciones de Expertos: Una Generación en Peligro
El Dr. Jean William “Bill” Pape, fundador del centro de salud GHESKIO, advirtió ante el Consejo de Seguridad de la ONU en el otoño de 2024 sobre el costo humano: “¿Qué le decimos a una niña de 13 años que fue violada en grupo, quedó embarazada y era demasiado joven para entender lo que le sucedía a su propio cuerpo?”.
Ulrika Richardson, ex coordinadora humanitaria de la ONU en Puerto Príncipe, destacó la brutalidad: “He escuchado testimonios de mujeres que dijeron que fueron violadas frente a sus hijos y sobre los cadáveres de sus esposos”.
Geeta Narayan, de UNICEF, habló de la “comercialización de los cuerpos de mujeres y niñas” y subrayó que la reducción de fondos pone en riesgo sus vidas.
Conclusión: Un Llamado a la Acción Urgente
La crisis de violencia sexual en Haití es una emergencia humanitaria que requiere atención global inmediata. Con miles de víctimas, un sistema de salud colapsado y un profundo trauma social, el futuro de toda una generación está en juego. Las sobrevivientes, como Micheline, Guerda, Rita y Marlene, claman por justicia, apoyo y la oportunidad de reconstruir sus vidas en medio del caos y la impunidad.