David Sacks y su Rol en la Administración Trump: Acusaciones de Conflicto de Intereses
Un reporte de The New York Times ha puesto en duda la imparcialidad de David Sacks como zar de inteligencia artificial y criptomonedas del presidente Donald Trump, sugiriendo que su posición podría beneficiar sus propias inversiones y las de sus amigos.
Respuesta de Sacks a las Acusaciones
En una publicación en X, Sacks desestimó las acusaciones, calificándolas como un «nothing burger» y afirmando que los reporteros tenían «órdenes claras de encontrar un conflicto de interés». Contrató a la firma legal Clare Locke para enviar una carta al periódico, negando los señalamientos.

Inversiones en IA y Cripto: ¿Beneficio Personal?
Según el análisis de The New York Times, Sacks tiene 708 inversiones tecnológicas, de las cuales 449 son empresas de IA que podrían verse favorecidas por las políticas que apoya. Aunque recibió dos exenciones éticas de la Casa Blanca para vender la mayoría de sus activos en cripto e IA, sus declaraciones públicas no detallan el valor restante ni las fechas de venta.
Críticas desde el Congreso y la Academia
La senadora Elizabeth Warren señaló que Sacks «simultáneamente lidera una firma invertida en cripto mientras guía la política nacional de cripto», lo que calificó como un «conflicto de interés explícito». Por su parte, la profesora de derecho Kathleen Clark describió esta situación como «graft» tras revisar las exenciones.

Eventos y Relaciones Cuestionadas
Durante la cumbre de IA en la Casa Blanca en julio, el podcast All-In, co-conducido por Sacks, casi se convierte en el único anfitrión, y se solicitó a patrocinadores pagar $1 millón por acceso a eventos privados. Sin embargo, la carta de Sacks afirma que el evento «no fue con fines de lucro» y que el podcast «perdió dinero».
Además, el reporte destaca que Sacks se acercó al CEO de Nvidia, Jensen Huang, y jugó un papel en eliminar restricciones de venta de chips a nivel global, incluyendo China.
Opiniones Contrapuestas
Steve Bannon, exasesor de Trump, criticó a Sacks como ejemplo de que «los tech bros están fuera de control». En contraste, la portavoz de Sacks, Jessica Hoffman, negó el conflicto de intereses, mientras que la portavoz de la Casa Blanca, Liz Huston, elogió a Sacks como «un activo invaluable para la agenda de Trump».