Tras años de enfrentamientos legales, la industria de las criptomonedas celebra victorias clave contra la Comisión de Bolsa y Valores (SEC). Pero ahora, los gigantes del sector no se conforman con ganar — exigen responsabilidades.
Con el respaldo político del Partido Republicano y donaciones millonarias, el sector busca redefinir las reglas del juego. Bryan Steil, congresista clave, advierte sobre «abusos en la aplicación de la ley» durante la era Gensler.
Mientras Hester Peirce (comisionada SEC) defiende a su equipo, abogados como William McLucas denuncian: «Es inapropiado marcar empleados que solo cumplían órdenes».
Con Paul Atkins (designado por Trump) liderando la transición, la SEC ha paralizado al menos 10 investigaciones, incluyendo casos contra Robinhood y Gemini. 
Expertos como J.W. Verret alertan: «El costo de estas batallas legales supera los $500 millones… pero el mensaje está claro: la criptoindustria ya no se defiende, contraataca».
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