Un beso de leyenda y una defensa férrea marcan el triunfo de los Canes
El entrenador Mario Cristobal no podía creer lo que sucedía. Al término de su entrevista posterior al partido del sábado, tras la victoria 10-3 de los No. 10 Miami Hurricanes sobre los No. 7 Texas A&M Aggies en la primera ronda del College Football Playoff, sintió que alguien se acercaba por detrás.

Era Michael Irvin, el legendario receptor de los Hurricanes y el mayor animador de la Universidad de Miami, quien se acercó para plantar un gran y húmedo beso en la mejilla de Cristobal. «¡Te amo, bebé! ¡Así se hace, entrenador!», gritó Irvin. Cristobal, entre risas, comentó: «Eso fue asqueroso… No sé lo del beso, hombre. Dios lo bendiga. Me alegro de que esté aquí. Me alegro de que nos apoye».
Una victoria que define una era
El triunfo ante más de 104,122 espectadores en Texas representa la victoria más importante en más de dos décadas para el programa y el mayor logro hasta la fecha de los cuatro años de Cristobal como entrenador en jefe. Los Hurricanes tuvieron que ganar de manera poco vistosa, con una masterclass defensiva y justo la ofensiva necesaria en los momentos cruciales.
Héroes en el campo de juego
Mark Fletcher Jr. y el impulso decisivo
El corredor corrió para un récord personal de 172 yardas en 17 acarreos, incluyendo una carrera clave de 56 yardas que puso a Miami en posición de anotar el touchdown de la victoria.
Rueben Bain Jr., la respuesta al desprecio
El destacado defensive end respondió a comentarios subestimadores de rivales con tres capturas, cuatro tackles para pérdida y un field goal bloqueado. «No tomo a bien la falta de respeto», dijo Bain.
Keionte Scott y Bryce Fitzgerald, pilares defensivos
Scott, de vuelta tras una lesión, registró 10 tackles, dos capturas y un balón suelto forzado. El safety novato Fitzgerald interceptó dos pases, incluida la intercepción que selló el juego en la zona de anotación a 21 segundos del final.
El camino hacia la cima y el próximo desafío
Esta victoria es un momento de validación para un programa que pasó de un récord de 5-7 en 2022 a 10-3 y la clasificación al playoff de 12 equipos esta temporada. Miami es ahora una de las ocho equipos que siguen compitiendo por el campeonato nacional, que se coronará en su propia casa, el Hard Rock Stadium, el 19 de enero.
Pero primero, el foco está en el No. 2 Ohio State Buckeyes. Los Hurricanes se enfrentarán a ellos en el Cotton Bowl el 31 de diciembre a las 8 p.m. en el AT&T Stadium de Arlington, Texas.
«Hace más de cuarenta días, estábamos más abajo que bajo», reflexionó Cristobal. «Encontramos la manera de traer un nivel de energía diferente cada día y levantarnos unos a otros y al programa. Aquí estamos con la oportunidad de seguir jugando. Eso es lo único que importa ahora».
Un esfuerzo colectivo más allá del campo
Cristobal destacó el apoyo fundamental de la administración universitaria, los exalumnos como Irvin, Andre Johnson y Edgerrin James, y especialmente de la afición. Miami batió un récord de asistencia local esta temporada con un promedio de 63,834 espectadores por juego, y sus seguidores viajaron masivamente a Texas.
«Ver el orgullo regresar a tantos de nuestros exjugadores, nuestra administración que ha trabajado tan duro, nuestros fans que viajaron… se sintieron», afirmó el entrenador. Ese apoyo seguirá siendo crucial en la búsqueda del título.