Crisis Interna del Peronismo Tras Derrota Electoral
El peronismo cerró las legislativas al borde de una fractura interna, con una unidad que se diluyó tras el mal resultado de las elecciones nacionales. Fuerza Patria logró sostener algunos bastiones, pero cedió terreno en distritos clave, abriendo un escenario de incertidumbre de cara a 2027.
Resultados Electorales: Un Golpe Duro
La noche del 26 de octubre, La Libertad Avanza (LLA) consolidó la primera minoría nacional con cerca del 40,6 % de los votos, dejando al peronismo en torno al 31,7 %. La provincia de Buenos Aires fue decisiva: 41,5 % para LLA frente a 40,8 % del peronismo, definiendo el reparto de 17 bancas para el oficialismo y 16 para la coalición gobernante.
La participación, de alrededor del 67 %, fue la más baja desde 1983, mostrando la desmovilización de buena parte del electorado tradicional debido a la apatía y la falta de una narrativa que capitalice el mal momento económico.

Fractura Interna: Unidad «Atada con Alambre»
La unidad del peronismo estuvo «atada con alambre» desde el inicio del proceso electoral. La campaña combinó el entusiasmo tras el triunfo del 7 de septiembre con las heridas abiertas por las internas y la falta de coordinación proselitista. Esta dispersión perjudicó los resultados nacionales, donde primó el mensaje libertario de estabilidad y baja de la inflación.
El gobernador Axel Kicillof buscó mantener una estrategia que combinó gestión con gestos proselitistas, dando mejores resultados en la campaña provincial. Sin embargo, tras la derrota, La Cámpora atribuyó al gobernador bonaerense la responsabilidad del mal resultado por haber desdoblado los comicios.
Reacciones y Reuniones Clave
En medio de la debacle, la expresidenta Cristina Kirchner bailó la noche de la derrota y reapareció con sus tradicionales cartas como instrumento de presión política, reviviendo las misivas enviadas durante la gestión de Alberto Fernández. Esto desató la furia de varios jefes comunales bonaerenses, quienes pedían una ruptura con La Cámpora.
El clima de fractura se desactivó temporalmente tras la reunión de Kicillof en Berazategui con intendentes, donde buscó contener a los jefes territoriales, encauzar su Movimiento Derecho al Futuro en las discusiones del Presupuesto bonaerense y avanzar en una alternativa política «amplia» y «federal» que lo tenga como presidenciable.
Desafíos para 2027: Reconstrucción y Renovación
La ausencia de un relato económico movilizador, la dispersión territorial y la necesidad de renovación son clave. El peronismo no logró convertir temas como la caída del salario real y el endeudamiento de los hogares en una narrativa efectiva frente al plebiscito del gobierno de Milei.
- Dispersión geográfica: Electorado mostró menor adhesión ante la falta de una alternativa clara al modelo libertario.
- Falta de protagonismo: Intendentes relegados en listas nacionales a pesar de ser el músculo político en Buenos Aires.
- Reconstrucción: Contener tensiones internas, fortalecer la estructura territorial y proyectar nuevos liderazgos.
La elección dejó en evidencia que el peronismo ya no puede apoyarse solo en la nostalgia o en su aparato tradicional. Cada distrito, voto y mensaje serán decisivos si pretende volver al poder en 2027.