El Pontífice que abrazó la causa de los excluidos
Desde su llegada al trono de la Santa Sede, el Papa Francisco transformó la relación de la Iglesia Católica con los movimientos sociales, consolidando una alianza estratégica en defensa de la «Triple T»: tierra, techo y trabajo.

Los pilares de una revolución social
- Vínculos clave: Juan Grabois (MTE) y Emilio Pérsico (Movimiento Evita) como principales interlocutores
- Hito histórico: Primer Encuentro Mundial de Movimientos Populares en Roma (2014)
- Concepto revolucionario: La «sindicalización de los excluidos» para defender sus derechos
Críticas al sistema y propuestas concretas
«El hambre es criminal, la alimentación es un derecho inalienable»
– Francisco, 2014
El Pontífice denunció:
- La «cultura del descarte» neoliberal
- La especulación financiera sobre alimentos básicos
- La necesidad de una reforma agraria integral
Acciones concretas
En 2016, mediante el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, se institucionalizó esta relación designando a Grabois como consultor vaticano.
De las encíclicas a la acción política
- 2015: «Laudato Si» sobre ecología integral
- 2020: Propuesta de salario universal durante la pandemia
- 2021: Reducción de jornada laboral como derecho
Legado actual
En su discurso del 20 de septiembre de 2024, reafirmó: «Tierra, techo y trabajo son derechos sagrados», consolidando una doctrina social que trasciende fronteras.