La vida actual de Carlos ‘Chacho’ Álvarez: Un análisis político desde las sombras
A 25 años de su resonante renuncia a la vicepresidencia, que marcó el principio del fin del gobierno de la Alianza, Carlos «Chacho» Álvarez vive un ostracismo autoimpuesto, alejado de los micrófonos pero no del análisis político.
Desde su mesa en el bar Varela Varelita, su segundo hogar, el exvicepresidente de Fernando de la Rúa analiza el presente, reflexiona sobre el pasado y se juzga a sí mismo con una dureza implacable: «Soy un político del pasado, del siglo XX, no soy de esta época, no entiendo nada».

El autocastigo y la visión crítica
A sus 76 años y con una salud frágil, Álvarez se niega a dar entrevistas. «No tengo autoridad política para hablar», argumenta, señalando que su proyecto político, el Frepaso, «fracasó». Este autocastigo es su forma de expiación por haber «decepcionado a millones de argentinos».
Críticas al peronismo y visión sobre Milei
Para Álvarez, el peronismo está encadenado por tres tabúes:
- La incapacidad de aceptar una macroeconomía ordenada.
- Eludir el problema de la inseguridad.
- La falta de una «regeneración moral».
Sobre el actual presidente Javier Milei, considera que «quiere gobernar como un outsider, pero necesita apoyo».
El legado y la renuncia histórica
Álvarez se reprocha el fracaso del Frepaso, la fuerza política de los noventa que prometía superar al menemismo. Su renuncia en octubre de 2000, convencido de que el gobierno pagaba sobornos a senadores peronistas, aceleró la crisis de la Alianza.
Desde entonces, se apartó de la vida pública, rechazando incluso el ofrecimiento de Néstor Kirchner para ser canciller. Aunque fundó un centro de estudios, su voz resuena en un presente político que, según él, carece de los acuerdos y la ética que alguna vez intentó promover.