Belaunde renuncia a protección especial pese a atentado
El precandidato presidencial por Libertad Popular, Rafael Belaunde, anunció que no solicitará seguridad especial durante su campaña electoral, a pesar de haber sido víctima de un ataque armado en Cañete. Señaló que se ajustará a las normas vigentes y no requerirá medidas excepcionales.
Detalles del ataque armado
El hecho se produjo mientras Belaunde supervisaba obras relacionadas con un proyecto inmobiliario de su empresa. Al salir de su propiedad, fue interceptado por una motocicleta con dos sujetos armados, lo que desencadenó un intercambio de disparos. Su vehículo recibió múltiples impactos de bala.
De acuerdo con su relato, el ataque ocurrió la mañana del día anterior mientras supervisaba obras próximas a un desagüe municipal en Cañete.

Postura firme sobre la seguridad
En diálogo con la prensa, Belaunde señaló que no solicitará protección adicional por parte del Estado. Destacó que quienes puedan tomar medidas de seguridad dentro del marco legal deberían hacerlo por cuenta propia.
Asimismo, precisó que el cronograma de seguridad para precandidatos comenzará a aplicarse a partir del día 23, según las normas.
“No voy a pedir nada excepcional, nada distinto”, manifestó el precandidato, asegurando que su decisión responde a evitar privilegios y reconoce que miles de microempresarios enfrentan diariamente amenazas similares sin contar con protección estatal.
Defensa personal como derecho
Belaunde subrayó que la defensa personal es un derecho y afirmó que cada ciudadano debe actuar dentro del marco legal frente al aumento de la inseguridad.
Precisó que su arma está legalmente registrada y que la utilizó durante el enfrentamiento. Su vehículo recibió cuatro impactos de bala, uno de ellos en el parabrisas. El arma fue entregada a la Policía para las pericias correspondientes, y el precandidato espera recuperarla una vez concluidas las pruebas balísticas.
Sin lesiones graves
Rafael Belaunde no resultó con lesiones físicas graves, aunque permaneció agachado dentro del vehículo durante varios minutos por temor a un posible segundo ataque.