Una tormenta colosal arrasó esta semana el centro y sur de Estados Unidos, dejando 32 víctimas mortales y destrucción masiva por tornados, incendios forestales y tormentas de polvo.
Dakota Henderson, testigo en Missouri, describió cómo rescataron a su tía de una casa donde solo quedó una habitación en pie. «Encontramos cinco cuerpos entre los escombros», relató conmocionado.
Los gobernadores de Arkansas y Georgia activaron estados de emergencia, mientras en Oklahoma 266 millas cuadradas ardieron, incluyendo una propiedad del gobernador Kevin Stitt.
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