El descontento demócrata explota en reuniones ciudadanas
Lo que debía ser una gira para exhibir unidad se transformó en un terremoto político para los demócratas. En town halls desde Arizona hasta Maryland, legisladores enfrentaron preguntas incómodas sobre su estrategia y exigencias directas de renovar el liderazgo del partido.
Momentos clave del descontento
- Maryland: «¡No están luchando!» gritó una asistente antes de ser escoltada fuera del auditorio
- Oregón: Votantes acusaron al liderazgo de «no estar dispuesto a pelear» contra los republicanos
- Illinois: La congresista Delia Ramírez apoyó públicamente la renuncia de Chuck Schumer
La bomba de relojería: el acuerdo presupuestario
La decisión de Schumer de avalar el proyecto republicano para evitar un cierre gubernamental desató la furia de las bases. «Sentí que fue una rendición», declaró Aisha Mills, estratega demócrata, reflejando el malestar generalizado.
Reacciones desde las bases
«No me hable de los tribunales, no me hable de las próximas elecciones… Quiero saber qué está haciendo AHORA mi congresista»
– Barbra Bearden, empleada federal despedida
Mientras Schumer cancelaba eventos públicos por «preocupaciones de seguridad», legisladores como Glenn Ivey (Maryland) intentaron navegar entre las críticas sugiriendo cambios en el liderazgo del partido.
¿Un partido en crisis?
Las tensiones expuestas revelan fracturas profundas:
- Grupos progresistas organizan town halls con «sillas vacías» para legisladores ausentes
- Excongresistas como Tom Malinowski advierten: «No podemos esperar dos años»
- La estrategia de apelar a los tribunales y elecciones futuras genera escepticismo creciente