El colapso interno de los demócratas floridanos
Tras una derrota electoral histórica en 2024, el Partido Demócrata de Florida enfrenta una crisis existencial marcada por luchas de poder, deserciones y una creciente irrelevancia en un estado dominado por los republicanos.

Deserciones y declaraciones explosivas
- David Jolly, exrepublicano anti-Trump, se registró como demócrata y lanzó un comité político estatal.
- Jason Pizzo, líder demócrata en el Senado estatal, declaró al partido «muerto» y se pasó a independiente.
«¿Qué Partido Demócrata?», cuestionó un miembro anónimo durante entrevistas reveladoras con 20 funcionarios y activistas.
Finanzas en crisis y estrategias fallidas
El partido solo recaudó $300,000 entre enero y marzo, frente a los $4.6 millones de los republicanos. «Ni siquiera puedes pagar la luz con eso», denunció un organizador demócrata.
«Es una organización dirigida por el ego y el lucro, no por los intereses de los voluntarios» – Billy Corben, cineasta y exmiembro del partido
Choque de liderazgos
La presidenta del partido, Nikki Fried, y Jason Pizzo mantienen una guerra pública. Fried calificó la salida de Pizzo como «una de las mejores cosas que le han pasado al partido», mientras él la acusa de obsesionarse con Ron DeSantis.
El fantasma de 2026
Pizzo reveló planes para una posible candidatura a gobernador con $25 millones de fondos propios, aunque ahora enfrenta críticas por potencialmente dividir el voto demócrata. «Líderes de verdad cumplen sus promesas», contraatacó Fried.
Con secuelas de las derrotas en:
- Elección presidencial de Trump
- Derrota de medidas sobre aborto y marihuana
- Pérdida de dos representantes estatales que cambiaron de partido