Durante 10 años, Jeffery Johnson ha esperado adquirir una vivienda a través del programa de la organización Neighbors and Neighbors Association. Su caso refleja el choque entre el comisionado Keon Hardemon y el director ejecutivo Leroy Jones, que mantiene paralizadas 30 propiedades destinadas a familias de bajos ingresos.
«No solo perjudica a la organización, sino a familias que ya cumplieron requisitos de crédito y empleo»
— Leroy Jones, director de Neighbors and Neighbors
El condado transfirió los terrenos en 2016 por $10 c/u, pero exige que Hardemon avale las prórrogas para construcción. Jones denuncia que la negativa del comisionado ha:
Angela Albury, 64 años, perdió su depósito inicial: «Mi crédito estaba en 700… ahora ni me atrevo a revisarlo». Mientras, Johnson sobrevive haciendo trabajos manuales: «Ayudo a mi familia, pero el sueño de mi casa se esfuma».
Pese al ultimátum del condado (30 días para regularizar lotes), Jones mantiene esperanza: «Creo que Hardemon rectificará. Todas las comunidades merecen heredar riqueza a través de la vivienda».
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