La Frágil Tregua Entre el Poder Político y el Poder Económico
Tras un choque público entre Donald Trump y Elon Musk, la Casa Blanca declaró este viernes una aparente détente, aunque aliados del presidente advierten que la situación recuerda peligrosamente a la Guerra Fría con su doctrina de Destrucción Mutua Asegurada (MAD).

Interdependencia Peligrosa
Ambas figuras mantienen una relación simbiótica de alto riesgo: Musk depende de contratos federales que sustentan sus empresas, mientras EE.UU. necesita servicios críticos de SpaceX y Starlink para defensa y operaciones espaciales. La amenaza de Trump de cancelar contratos gubernamentales -que han aportado $38 mil millones a las empresas de Musk en dos décadas- podría devastar su imperio, pero también paralizaría programas de seguridad nacional.
El Precipicio del Conflicto
La crisis estalló cuando Musk pidió el impeachment de Trump y sugirió vínculos con delincuentes sexuales, provocando que el presidente amenazara con cancelar contratos de SpaceX. Musk contraatacó advirtiendo que desmantelaría la nave Dragon, forzando a la NASA a depender de Rusia para llegar a la Estación Espacial Internacional.
Apuestas de Seguridad Nacional
- El Pentágono depende de SpaceX para lanzamientos de bajo costo
- Starlink mantiene operaciones militares en zonas remotas
- Programas clasificados como Starshield usan satélites de Musk
La Fuerza del Poder Político
Como principal donante republicano y dueño de X, Musk puede sabotear la agenda legislativa de Trump. Sus críticas al megaproyecto de ley presidencial pusieron en riesgo las frágiles mayorías republicanas y la promesa estrella de Trump antes de las elecciones intermedias.
Voces Extremas y Presión
Mientras Bill Ackman instaba a la reconciliación, el estratega Steve Bannon exigía medidas drásticas:
«Usar la Ley de Producción de Defensa para tomar SpaceX, revocar las autorizaciones de seguridad de Musk e investigar sus vínculos con China«
La caída en las acciones de Tesla tras las amenazas presidenciales y el impacto en las ventas finalmente llevaron a Musk a buscar una tregua, mientras Trump declaró que no hablarían «por un tiempo«.