La agencia advierte sobre déficits récord y costos de interés en ascenso
En un movimiento que sacude los mercados globales, Moody’s Ratings Service anunció este viernes la degradación de la calificación crediticia de Estados Unidos, relegándolo a un escalón por debajo de la máxima categoría. La decisión responde al crecimiento acelerado de la deuda pública y los pagos de intereses que consumen cada vez más el presupuesto federal.

¿Por qué ocurre esta degradación histórica?
- Déficits fiscales: Proyectados a alcanzar el 9% del PIB para 2035.
- Gastos obligatorios: Programas de seguridad social y salud presionan el presupuesto.
- Ingresos insuficientes: Baja recaudación tributaria comparada con el gasto.
Moody’s fue contundente: «Los sucesivos gobiernos no han logrado acuerdos para revertir los déficits anuales». La advertencia se mantiene desde noviembre de 2023, cuando colocó bajo revisión negativa la calificación.
Impacto político y económico inmediato

El anuncio llega en medio del debate republicano sobre la extensión de los recortes fiscales de 2017, propuesta que incluso en su versión más conservadora aumentaría el déficit. Este viernes, el Comité de Presupuesto de la Cámara rechazó avanzar el paquete.
«No creemos que las propuestas actuales generen reducciones sustanciales en el gasto obligatorio» – Moody’s Ratings Service
Riesgo para los contribuyentes
El Secretario del Tesoro, Scott Bessent, busca reducir el déficit al 3% del PIB, pero Moody’s prevé que para 2024 ya será del 6.4%. La degradación podría elevar los costos de financiamiento de la deuda, trasladándose eventualmente a impuestos y tasas de interés.

Contexto histórico
Estados Unidos pierde así su estatus de deuda intachable: Fitch lo degradó en 2023 y Standard & Poor’s en 2011 tras una crisis por el techo de deuda. Moody’s era la última agencia en mantener su máxima calificación.