El Dominio Militar Ahoga la Economía y el Turismo de Cuba
Tras el histórico restablecimiento de relaciones diplomáticas con Estados Unidos en 2015, el ejército cubano, la entidad más poderosa de la isla, hizo una apuesta descomunal: utilizar la mayor parte de los ingresos en divisas del país para construir hoteles de lujo destinados a los turistas estadounidenses y otros visitantes.

Esta enorme sobreinversión acabó asfixiando la economía, arrastró al país a una crisis humanitaria y, en un giro irónico, convirtió a Cuba en un destino que pocos turistas quieren visitar.
Gaviota S.A.: El Imperio Turístico de las Fuerzas Armadas
En la última década, Gaviota S.A., la empresa turística del conglomerado militar GAESA, se expandió espectacularmente hasta convertirse en el mayor grupo hotelero y turístico de Cuba. Posee 121 hoteles, 20 marinas, empresas de transporte, agencias de viajes y logística, duplicando con creces el número de sus propiedades.
«Gaviota operaba con un margen de beneficio del 42% en el primer trimestre de 2024, casi cuatro veces el promedio de la industria turística global», revelan estados financieros confidenciales.
Los documentos obtenidos muestran que, entre enero y marzo de 2024, Gaviota generó 13.3 mil millones de pesos cubanos en ganancias con ventas por 31.6 mil millones, representando el 72% de los ingresos de GAESA en ese periodo.
Inversión Desmedida y Colapso de Servicios Básicos
El férreo control de GAESA sobre los dólares que ingresan al país desvió recursos que antes se destinaban a la producción de alimentos, la salud, la obsoleta red eléctrica y otra infraestructura básica, hacia la construcción de hoteles.
- Año 2021: El 37.6% de toda la inversión estatal se destinó a la construcción de hoteles, mientras el país enfrentaba una mortal crisis pandémica.
- Año 2023: El 37.4% de la inversión gubernamental siguió yendo a hoteles, once veces más que lo gastado en salud y educación combinadas.

Años de sobreinversión hotelera, en detrimento del resto de la economía, no solo infligieron un dolor insuperable a la población, sino que hicieron a Cuba mucho menos atractiva como destino turístico.
Consecuencias: Turismo en Caída Libre y Crisis Humanitaria
Los apagones, la escasez de alimentos, el deterioro de las condiciones sanitarias y la acumulación de basura han ahuyentado a los turistas. Para 2025, el Ministro de Economía, Joaquín Alonso, admitió que solo 1.9 millones de personas visitaron Cuba, el peor desempeño turístico desde 2003, excluyendo los años de la pandemia.
Un Modelo Insostenible y Sus Víctimas
«Esto me recuerda al modelo de la URSS: construían un hotel, era muy bonito, y luego lo llevaban a la ruina», dijo John Kavulich, presidente del U.S.-Cuba Trade and Economic Council. La falta de mantenimiento y el pésimo servicio son la norma.
Emilio Morales, exgerente de Cimex, describe un cambio sistémico: «El pacto social del antiguo estado socialista ya no existe; esto es una mutación del sistema de gobernanza hacia un sistema mafioso».
La crisis es palpable en ciudades otrora turísticas como Trinidad, donde, según el párroco José Conrado Rodríguez, «el turismo ha desaparecido… la pérdida del poder adquisitivo se siente agudamente».
El Futuro: Un País Gobernado por los Cuarteles
El dominio militar de la economía asegura que las fuerzas armadas sigan siendo el actor político clave. Sebastián Arcos, del Instituto de Investigación Cubana de FIU, argumenta que cualquier transición futura en Cuba probablemente involucre una negociación «con un general o un coronel».
Ante el colapso, el ejército prueba un nuevo modelo: arrendar hoteles a socios extranjeros por un pago fijo. Mientras, para la población cubana, la pobreza extrema es la realidad diaria, un testimonio del fracaso de una apuesta militar que vació las arcas del estado para llenar hoteles de lujo que hoy permanecen, en gran medida, vacíos.