Detenciones Incomunicadas en Venezuela: Una Forma de Tortura Según Human Rights Watch
Un informe reciente de Human Rights Watch y el Committee for the Freedom of Political Prisoners in Venezuela revela cómo decenas de presos políticos en el país son mantenidos en detención incomunicada, sin contacto con sus familias o abogados durante semanas, meses o incluso más de un año.
Casos Emblemáticos de Detención Arbitraria
En julio de 2024, Freddy Superlano, líder opositor, fue secuestrado por hombres encapuchados en Caracas. Su esposa, Aurora Silva, relató cómo buscó desesperadamente en los centros de detención de la ciudad hasta confirmar su encierro en la prisión de Helicoide. «Solo sabemos que está vivo porque los guardias nos entregan su ropa sucia y notas pidiendo artículos básicos», declaró Silva.

Testimonios de Angustia Familiar
«La falta de comunicación y la negación de visitas se ha convertido en una forma de tortura, infligiendo sufrimiento no solo a quienes están tras las rejas sino también a sus seres queridos», afirmó Sairam Rivas, coordinadora del comité y pareja del preso político Jesús Armas.
Según el informe, titulado «Venezuela: Political Prisoners Cut Off from the World», los familiares no reciben llamadas, visitas ni información oficial. Su único vínculo son bolsas de ropa sucia o notas discretas pasadas por guardias.
Detalles de Otros Casos Documentados
- Perkins Rocha: Abogado de Vente Venezuela, secuestrado en agosto de 2024. Su esposa recibe ocasionalmente notas escritas a mano.
- Biagio Pilieri: Periodista detenido en agosto de 2024, a quien se le niegan visitas pese a problemas de salud.
- Jesús Armas: Exconcejal de Caracas, quien reportó haber sido sufocado con una bolsa durante interrogatorios.
- Luis Palocz: Activista secuestrado en diciembre de 2024, logró enviar una nota pidiendo artículos personales.
- Luis Somaza: Líder de Voluntad Popular, arrastrado de su hogar en febrero de 2025. Su hermana identifica su ropa por manchas de su enfermedad inflamatoria.
Impacto Psicológico y Legal
Human Rights Watch sostiene que la detención prolongada incomunicada puede equivaler a tortura. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha dictaminado que este aislamiento causa «sufrimiento psicológico». Muchos prisioneros están acusados de terrorismo, traición o incitación al odio, y se les niega el derecho a abogados privados.
Las familias reorganizan sus vidas alrededor de la incertidumbre, viajando semanalmente a Caracas para entregar provisiones sin garantías de que lleguen a sus destinatarios. «Nuestra única forma de mostrar amor es enviando comida, ropa y medicamentos», expresó un familiar.