Operación militar estadounidense termina con embarcación de tráfico de drogas en aguas internacionales
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, confirmó este miércoles por la noche que las fuerzas militares destruyeron una embarcación vinculada al narcotráfico en el Océano Pacífico, resultando en la muerte de cuatro personas a bordo.
Detalles de la intervención
Según Hegseth, agencias de inteligencia estadounidenses identificaron la embarcación como «viajando por una ruta conocida de tráfico de drogas y transportando narcóticos». Los fallecidos fueron descritos como «narco-terroristas» de sexo masculino.

Ampliación de la campaña militar
Este ataque eleva a más de 14 el número de embarcaciones destruidas por fuerzas estadounidenses en aguas internacionales desde que el Comando Sur de EE.UU. inició la campaña militar a principios de este año en el Caribe, cerca de la costa venezolana.
- Total de víctimas: Al menos 61 sospechosos muertos
- Autorización: Administración Trump para uso de fuerza letal
- Ámbito geográfico: Operaciones en aguas internacionales
Controversia legal y diplomática
La política ha generado críticas de organizaciones de derechos humanos y expertos en derecho internacional, quienes califican los ataques como «ejecuciones extrajudiciales». Funcionarios estadounidenses defienden las operaciones argumentando que los miembros de carteles son «combatientes ilegales» bajo el derecho internacional.
El presidente Donald Trump ha descrito repetidamente a los carteles de drogas latinoamericanos como una «amenaza a la seguridad nacional» y insiste en que los ataques caen dentro de su autoridad ejecutiva.
Contexto regional y acusaciones
La campaña marítima se desarrolla junto a un importante despliegue militar estadounidense en el Caribe, frente a la costa de Venezuela, donde altos funcionarios han sido acusados por el Departamento de Justicia de EE.UU. de operar una red de narcotráfico respaldada por el estado conocida como el «Cartel de los Soles».
Funcionarios estadounidenses afirman que la mayoría de los ataques recientes han apuntado a embarcaciones que parten desde Venezuela, país que las agencias de inteligencia describen desde hace años como un centro clave para envíos de cocaína hacia América del Norte y Europa.