Cláusulas inéditas en millonario contrato presidencial
El contrato tentativo de $3 millones anuales para Santa J. Ono como presidente de la Universidad de Florida incluye una cláusula que vincula su desempeño y compensación a la implementación de reformas educativas del gobernador Ron DeSantis. El acuerdo de cinco años podría alcanzar los $15.4 millones más beneficios, posicionándose entre los más lucrativos en educación superior pública.

Métricas de evaluación polémicas
Un anexo contractual detalla criterios inusuales para evaluar bonos y aumentos salariales de Ono:
- Colaboración con la Oficina de Eficiencia Gubernamental (Florida DOGE)
- Combate a fondos destinados a diversidad, equidad e inclusión (DEI)
- Nombramiento de decanos alineados con el enfoque educativo estatal
- Eliminación de cursos con «bajo retorno de inversión»
Cuestionado precedente en educación superior
Expertos califican estas estipulaciones como «inusuales, si no sin precedentes». James Finkelstein de la Universidad George Mason las describe como «promesas de lealtad», mientras su colega Judith Wilde advierte: «Es una prueba pública de lealtad política».

Antecedentes controvertidos y ajustes contractuales
Ono enfrenta escepticismo por su pasado promotor de programas DEI en Michigan, donde clausuró oficinas de diversidad en marzo bajo presiones. Su contrato en Florida elimina beneficios disfrutados por su predecesor Ben Sasse:
- Residencia obligatoria en la casa presidencial del campus
- Exclusión de beneficios educativos para familia extendida
- Ausencia de financiamiento para transporte de sus tres violonchelos
Pese a recortes en prestaciones, el acuerdo consolida a Ono en la cúpula de presidentes universitarios mejor pagados, sujeto a una visión ideológica estatal sin precedentes.