El caso que tensiona la política migratoria de Trump
La deportación de Kilmar Abrego García, ciudadano salvadoreño expulsado el 15 de marzo, se ha convertido en el eje de una batalla legal y política donde la Casa Blanca enfrenta críticas de jueces federales y líderes demócratas.

Los hechos clave:
- Error administrativo: Gobierno admitió que la deportación a prisión salvadoreña fue un «error».
- Orden judicial: Jueza federal Paula Xinis exigió el 6 de abril su regreso a EE.UU.
- Argumento presidencial: Trump lo califica de «terrorista de MS-13», pese a falta de cargos criminales.
La contradicción judicial
Documentos del Departamento de Justicia intentaron vincular a Abrego García con pandillas usando como prueba «ropa de Chicago Bulls y declaraciones no corroboradas», según la jueza Xinis. La Corte Suprema ratificó la ilegalidad de su deportación el 13 de abril.
«MS-13 viola mujeres y trafica personas, pero los demócratas quieren traer de vuelta a este terrorista»
– Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca
La respuesta demócrata
El senador Chris Van Hollen viajó a El Salvador para exigir su liberación, publicando fotos con Abrego García el 17 de abril. El presidente Nayib Bukele respondió con ironía: «Ahora toma margaritas en este paraíso tropical».
El factor emocional
La Casa Blanca contraatacó presentando a Patty Morin, madre de una víctima de violación y asesinato por un inmigrante indocumentado: «¿Por qué permitir que criminales así maten a nuestras familias?»
Lo que revelan los documentos
- 2019: Abrego García fue detenido en un estacionamiento de Home Depot buscando trabajo.
- 2021: Su esposa solicitó orden restrictiva por «precaución», luego retirada tras terapia.
- 2022: Detenido en Tennessee por presunto tráfico humano, pero liberado sin cargos.