La cruzada de Kennedy divide a la comunidad del autismo
El compromiso de Robert F. Kennedy Jr., secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), para investigar las causas del autismo ha generado un «enfrentamiento histórico» entre organizaciones que defienden a las personas con esta condición. Mientras algunos apoyan su búsqueda de respuestas, otros temen que su enfoque «perpetúe estigmas».

Los dos bandos del debate
- Críticos: Autism Society of America y Autistic Self Advocacy Network acusan a Kennedy de usar lenguaje que distorsiona la percepción pública («epidemia», «enfermedad crónica»).
- Aliados: National Council on Severe Autism respalda su foco en casos profundos, aunque rechaza su escepticismo vacunal.
«El autismo no es prevenible según el consenso científico. Este enfoque amenaza décadas de avances en aceptación»
– Coalición de 15 organizaciones críticas
Datos que alimentan la polémica
Con 1 de cada 31 niños de 8 años diagnosticados (según CDC), Kennedy promete hallar «causas ambientales» para septiembre. Su mención a que muchos «nunca usarán un baño solos» en abril generó indignación.

¿Ciencia o eugenesia encubierta?
Algunos expertos citados en The New York Times vinculan la investigación con prácticas eugenésicas, algo que el National Council on Severe Autism «rechaza categóricamente». Mientras, Alison Singer del Autism Science Foundation defiende: «Identificar causas permite prevenir el sufrimiento».
Fricciones administrativas agravan la crisis
- Critican la inclusión de David Geier, investigador antivacunas, en el equipo.
- Organizaciones clave denuncian exclusión en reuniones con el HHS.
- Preocupación por posibles recortes a Medicaid y reestructuración de programas de apoyo.