Diego Santilli refuerza su posición en el núcleo duro del gobierno libertario
El ministro del Interior entrante, Diego Santilli, ocupará el lugar que dejó vacante el jefe de Gabinete saliente, Guillermo Francos, en la mesa política del Gobierno argentino. Este movimiento consolida el ascenso del dirigente dentro de la estructura de poder liderada por el presidente Javier Milei.
Composición de la mesa política libertaria
La mesa política, que se reúne cada martes, funciona como una suerte de «mesa chica» integrada por las figuras más encumbradas del partido violeta. Sus miembros actuales son:
- Presidente: Javier Milei
- Secretaria General de la Presidencia: Karina Milei
- Ministra de Seguridad: Patricia Bullrich
- Vocero saliente y nuevo jefe de Gabinete: Manuel Adorni
- Titular de la Cámara de Diputados: Martín Menem
- Asesor: Santiago Caputo

El ascenso estratégico de Santilli
El dirigente originario del PRO viene ganando protagonismo en los últimos tiempos, especialmente tras haber encabezado el tramo final de la campaña electoral de La Libertad Avanza después de la renuncia de José Luis Espert. Su gestión culminó con un inesperado triunfo sobre el peronista Jorge Taiana en la compleja provincia de Buenos Aires.
Cercanos a Milei reconocen en Santilli atributos como experiencia, volumen político, capacidad de diálogo y carisma, cualidades que impulsaron su designación en este rol clave.
Nuevas responsabilidades en el Gabinete
El último fin de semana, el presidente Javier Milei decidió que Santilli no ocupe la banca de diputados y se incorpore directamente a su Gabinete. Asumirá el relevante rol de articulador con los gobernadores, en una etapa crucial para las reformas que la gestión violeta pretende concretar durante la segunda mitad de su mandato.
La vacante dejada por Francos en la mesa política será ocupada por Santilli, en un nuevo reconocimiento a su trayectoria y capacidades políticas
Esta designación refuerza el perfil de Santilli como uno de los operadores políticos más importantes del gobierno, encargado de tender puentes con las provincias en un momento determinante para la agenda reformista.