Unión estratégica en un escenario diezmado post elecciones
Los bloques del PRO y la UCR, significativamente reducidos tras los comicios de octubre, lograron una maniobra política clave al conformar un interbloque junto al MID. Este espacio, que evoca a la antigua alianza Cambiemos, consiguió empatar en número de miembros con el interbloque Unidos, alcanzando los 22 integrantes.

La jugada clave que frenó una vicepresidencia
El movimiento decisivo fue la incorporación de último momento del diputado santacruceño José Luis Garrido, quien días antes negociaba su pase a Provincias Unidas (parte del interbloque Unidos junto a Encuentro Federal y la Coalición Cívica). Este hecho permitió al espacio neo-cambiemita frenar la designación del cordobés Ignacio García Aresca (Provincias Unidas – Unidos) como vicepresidente tercero durante la sesión preparatoria de este miércoles.
La mesa directiva queda pendiente
Tras la ratificación de Martín Menem como presidente, Cecilia Moreau como vicepresidenta primera y Luis Petri como vicepresidente segundo, la designación de la vicepresidencia tercera quedó vacante. Según fuentes legislativas consultadas por la Agencia Noticias Argentinas, esta situación solo se destrabará en una próxima reunión del plenario.
Un nombre pendiente y un futuro incierto
Este interbloque, descrito como un «déjà vu desmejorado» de Cambiemos, aún no tiene un nombre oficial. Se espera que esta definición se concrete antes del 10 de diciembre, fecha en que la nueva integración de la Cámara baja comenzará a funcionar formalmente. El PRO, liderado por un Cristian Ritondo golpeado por los resultados electorales, logró conservar apenas 12 de los 35 integrantes que tuvo meses atrás.

Este reacomodamiento de fuerzas marca el inicio de una nueva etapa política en el Congreso, donde la búsqueda de acuerdos y las alianzas tácticas serán claves para la gobernabilidad.