El Diálogo como Estrategia de Poder en la Política Argentina
En el tablero político argentino, los líderes often recurren al diálogo nacional tras derrotas electorales, pero este gesto suele ser una fachada para preservar el poder. Un análisis comparativo entre Cristina Kirchner en 2009 y Javier Milei en 2025 revela patrones similares de estrategia y control.
Cristina Kirchner: La Mesa del Engaño en 2009
Tras perder la mayoría legislativa con un 70% de rechazo ciudadano, Cristina Fernández de Kirchner prometió un «amplio diálogo con todos los sectores sociales». Reconfiguró su gabinete: desplazó a Sergio Massa de la Jefatura de Gabinete y elevó a Amado Boudou al Ministerio de Economía. La oposición, liderada por Francisco de Narváez, Elisa Carrió y Julio Cobos, desestimó el llamado como «gatopardismo». El kirchnerismo respondió con demonización de la prensa y acusaciones de «golpistas» a sus críticos, agudizando la polarización. Años después, en 2022, Cristina fue condenada a seis años de prisión por corrupción en la causa Vialidad.
Javier Milei: La Mesa del Descontrol en 2025
En septiembre de 2025, Javier Milei, humillado por un 34% en las legislativas bonaerenses frente al 47% de Fuerza Patria, convocó una «mesa política nacional». Reunió a su círculo íntimo: Karina Milei, Martín Menem, Manuel Adorni, Guillermo Francos, Patricia Bullrich y Santiago Caputo. El comunicado oficial fue un desafío: «Vamos a poner el cuerpo en defensa de este proyecto». Sin embargo, gobernadores rechazaron el convite, aliados se sintieron estafados y el PRO habló de «postmileismo». 
Sombras de Corrupción y Fracturas Sociales
Milei enfrenta acusaciones de nepotismo y corrupción: su hermana Karina está denunciada por presuntas coimas en contratos de medicamentos, y los primos Menem son señalados por un esquema de coimas del 8% en compras estatales. Además, su gestión recortó pensiones para discapacitados y jubilaciones, exacerbando la pobreza. Incumplió su promesa anti-casta al incorporar a Daniel Scioli, emblema del peronismo tradicional.
Conclusión: Mesas Vacías y Futuro Incierto
Tanto en 2009 como en 2025, las mesas de diálogo se revelaron como altares de poder que buscan obediencia, no consenso. La democracia argentina necesita acuerdos genuinos, no gestos huecos. El tiempo de las mesas terminó; es la hora del diálogo verdadero y la concordia.