Críticas contundentes al proyecto económico oficial
El senador nacional Martín Lousteau advirtió este martes que las proyecciones del Presupuesto 2026 «ya quedaron desactualizadas» y cuestionó la veracidad de las cifras anunciadas por el presidente Javier Milei en materia de aumentos para universidades, jubilados y personas con discapacidad.
Proyecciones económicas irreales
«Lo más obvio es el dólar, pero la inflación también. Milei está diciendo que el dólar va a estar los próximos dos años más barato que hoy. Pensar que el año que viene vamos a crecer 4,5% es mágico», señaló Lousteau en declaraciones a Radio con Vos, donde remarcó que «este año la economía argentina va a crecer 0% con suerte».

Manipulación de cifras y estrategia política
El legislador radical afirmó que el Presidente «siempre manipula las cifras y lo hace de cara a la sesión del miércoles en Diputados», en la que se buscará rechazar los vetos a las leyes de financiamiento del Hospital Garrahan y de las universidades.
Visiones encontradas sobre el superávit fiscal
Lousteau cuestionó además la visión de Milei sobre el superávit fiscal: «Es importante tener superávit y es importante cómo se alcanza. Pero esto de que la única forma de crecer en el mundo es con superávit es una tontería. La inmensa mayoría de los países no tienen superávit y crecen igual. Argentina lo necesita porque tiene un problema reputacional».
Análisis de las partidas presupuestarias
- Universidades: «La promesa para universidades es un poco menos de presupuesto que este año si se ajusta por inflación»
- Jubilaciones: El aumento del 5% «no se refiere a las jubilaciones en sí, sino al gasto total, porque ingresan más beneficiarios y se suman las jubilaciones de privilegio, que crecen más que el resto»
- Discapacidad: «Si hoy una pensión perdió 20% de su poder adquisitivo, el año que viene se recupera solo un 4% y la pérdida sigue siendo enorme»
«Cuando Milei dice educación, salud y discapacidad, está reconociendo que metió la gamba»
El senador cerró su intervención reclamando la necesidad de un Congreso que «le diga que no al Presidente» y corrija el rumbo económico del país.