La reforma laboral de Javier Milei: un análisis preliminar revela retrocesos
Buenos Aires, 20 de diciembre – La reforma laboral impulsada por el gobierno de Javier Milei se presenta ante la sociedad como un instrumento para “modernizar” o “actualizar” el derecho del trabajo, con el objetivo de fomentar la supuesta generación de empleo. Sin embargo, un análisis preliminar del texto arroja un retroceso absoluto en materia de derechos laborales, lesionando principios y garantías de nuestra Carta Magna, así como normativas sustanciales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Ampliación de la flexibilización laboral: los ejes preocupantes
El aspecto que más debe preocupar al movimiento obrero organizado es el eje gubernamental que persigue la ampliación y profundización de la flexibilización laboral. Entre las medidas clave se encuentran:
- Ampliación del período de prueba: lo que extiende la inestabilidad para los trabajadores nuevos.
- Facilitación de los despidos: reduciendo las barreras para la terminación de contratos.
- Reducción de sanciones frente al empleo no registrado (“en negro”): debilitando la lucha contra la informalidad laboral.
Estas medidas atacan directamente el principio protectorio del Derecho del Trabajo, que busca equilibrar la relación entre empleador y empleado.

Impacto directo en la Constitución Nacional
Una sanción de la reforma laboral pretendida impactaría directamente contra el artículo 14 bis de nuestra Constitución Nacional, que garantiza, entre otras cosas:
- Igual remuneración por igual tarea.
- Condiciones dignas y equitativas de labor.
- Estabilidad del empleo.
- Protección contra el despido arbitrario.
La posible contradicción entre la reforma y estos derechos fundamentales pone en jaque la protección laboral en Argentina, generando alerta en sindicatos y expertos en derecho laboral.
Llamado a la atención
Este análisis preliminar subraya la necesidad de un debate profundo y transparente sobre las consecuencias de la reforma, invitando a la ciudadanía a informarse y participar en la discusión de un tema que afectará directamente el futuro del trabajo en el país.