Informe final de la Comisión Investigadora sobre Fentanilo Contaminado: 20 medidas para fortalecer el sistema sanitario
Buenos Aires, 2 de diciembre – La Comisión Especial de Seguimiento e Investigación sobre Fentanilo Contaminado presentó hoy su informe final, un documento de 1537 fojas que contiene una batería de 20 recomendaciones destinadas a prevenir crisis sanitarias como la acontecida y fortalecer los controles estatales y la trazabilidad de medicamentos adulterados.

Detalles de la presentación y miembros de la comisión
El encuentro fue presidido por la titular de la comisión, la diputada santafesina Mónica Fein (Encuentro Federal), acompañada por la vicepresidenta Victoria Tolosa Paz (Unión por la Patria) y Silvana Giudici (La Libertad Avanza). Fein explicó que las 20 recomendaciones «tienen relación con lo detectado en la investigación como medidas que buscan prevenir futuros casos».
Recomendaciones clave para un cambio estructural
Entre las sugerencias, a las que accedió la Agencia Noticias Argentinas (NA), se destacan medidas concretas para transformar el sistema de producción y control de medicamentos:
- Criterios de idoneidad: Establecer requisitos para titulares y responsables técnicos de laboratorios que producen derivados de opioides y/o fentanilo.
- Transparencia financiera: Exigir la declaración del origen de los fondos para inversiones en estos establecimientos.
- Auditorías y monitoreo digital: Implementar un esquema de auditorías en Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) y un sistema de monitoreo digital que obligue a la carga en tiempo real de registros de lote antes de la producción.
- Trazabilidad inalterable: Crear un sistema que contemple desde la adquisición de opioides hasta la entrega a droguerías y efectores.
- Sistema nacional de trazabilidad: Para inyectables y medicamentos críticos, asegurando el registro desde el ingreso al establecimiento de salud hasta la administración al paciente.
- Fortalecimiento de controles: Actualizar y fortalecer los mecanismos de control, fiscalización y sanción para efectores de salud (públicos y privados) que omitan notificaciones en el Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino (SISA).
- Reformas en la ANMAT: Requerir a la ANMODIFICAR el Manual de Buenas Prácticas de Fiscalización con plazos específicos y medidas según la gravedad de los incumplimientos.
- Alertas sanitarias y retiro de productos: Mejorar los mecanismos de alerta y los procedimientos de retiro (recall), donde la autoridad de aplicación puede actuar con cargo a la empresa si esta no cumple.
- Control de comercialización: Homologar y fortalecer el control de los sistemas de comercialización y distribución de medicamentos en las provincias al sector público.
- Asistencia a las víctimas: Garantizar el cumplimiento efectivo de la Ley N° 27.372 y todos los derechos de las víctimas, dotando al Centro de Asistencia a las Víctimas (CENAVID) de herramientas y recursos para asistencia integral física, psicológica y social.
Declaraciones de los protagonistas: Un llamado a un cambio profundo
Tras la lectura de las recomendaciones, Mónica Fein reclamó que «haya un antes y un después, que cambie el sistema de producción de medicamentos, de control sobre los medicamentos y la fabricación, el control sobre la calidad de las clínicas y sanatorios, el acompañamiento a las víctimas, el rol del Estado para evitar esto».
Victoria Tolosa Paz valoró la participación y exposición del juez federal Ernesto Kreplak, interviniente en la causa judicial, cuyas consideraciones «fueron tomadas para sumar a las recomendaciones finales del informe».
Por su parte, Silvana Giudici advirtió con contundencia: «los mecanismos de control de organismos reguladores y los procedimientos de distribución y comercialización en todo el país y los mecanismos de asistencia a la víctima fallaron todos».
¿Qué sigue después del informe?
Este informe final marca un punto de inflexión en la política sanitaria argentina. Las 20 recomendaciones buscan no solo responder a la crisis del fentanilo contaminado, sino sentar las bases para un sistema de salud más seguro, transparente y con controles robustos que protejan a la población. La implementación de estas medidas será clave para prevenir futuras tragedias y fortalecer la confianza en el sistema de salud público y privado.