Irregularidades masivas en registros de comedores sociales
La Sindicatura General de la Nación (SIGEN) descubrió graves irregularidades en el sistema de comedores y merenderos durante auditorías al exministerio de Desarrollo Social. De 54.613 inscripciones revisadas, el 87% presentaba duplicaciones y solo el 3% fue validado físicamente, según reveló el titular del organismo, Miguel Carlos Blanco.

Fallos críticos en sistema RENACOM
La investigación detectó graves deficiencias en la plataforma digital RENACOM: «Muchos formularios estaban incompletos, con datos nulos, direcciones inexistentes o campos vacíos», explicó Blanco. El sistema carecía de controles básicos de integridad y validación, permitiendo inconsistencias generalizadas.
- Muestra aleatoria: Comedores que no existían o no cumplían lo declarado
- Validación física: Solo 1.638 comedores verificados in situ
- Fondos públicos: Aún no auditada la asignación financiera
Patrón de descontrol y demoras
Blanco señaló un problema estructural: «No había rendición de cuentas ni evaluación de impacto. Todo giraba en torno al anuncio político». La auditoría sufrió retrasos por tres cambios de titular en el área y tardó más de un año en completarse.
«La falta de control es el terreno fértil para la corrupción. Esto lo estamos viendo en todos los organismos que auditamos»
Conflicto con la UBA por auditorías
En otro frente, SIGEN mantiene un litigio con la Universidad de Buenos Aires (UBA), única institución que judicializó para evitar ser auditada alegando autonomía. Blanco aclaró: «La autonomía universitaria no implica no rendir cuentas. Las universidades manejan fondos públicos».
Mientras otras universidades como La Matanza y Nordeste colaboran con las revisiones, la SIGEN espera que la reciente carga de datos de la UBA en el sistema CINTRARED sea un primer paso hacia la normalización.
Llamado a la transparencia
Blanco concluyó enfatizando la necesidad de «volver a una lógica básica de administración: saber quién recibe fondos públicos, para qué y con qué resultados», destacando que esto constituye sentido común, no persecución política.