El Gobierno Argentino y la Tormenta Perfecta de la Mediocridad
El gobierno da señales confusas, pareciera que no tiene idea de para dónde ir. Se le desató la tormenta perfecta, generada por advertencias previas que fueron ignoradas.
La Falta de Dirección y Vanidad Política
No se entiende para qué Javier Milei quiso ser presidente. Entendería más si hubiese querido ser ministro de Economía, porque es el único tema que parece interesarle. Como diputado, fue completamente intrascendente. Fue candidato a presidente por vanidad y fogoneado por Massa para vaciar de votos a Juntos por el Cambio.
Una vez logrado, delegó el armado del gobierno en personas mediocres. El espectáculo penoso de Lilia Lemoine y Marcela Pagano muestra que la única condición para ir en las listas era la indigencia intelectual de los candidatos.

Corrupción y Desconfianza Interna
Es un gobierno lleno de mediocres y completamente infectado de operaciones, grabaciones y espionaje a los propios. En lugar de combatir la corrupción, usan los chanchullos para jugar a la interna. No hay nada peor que un mediocre con poder.
El mediocre se cree vivo y piensa que todos los que se acercan son confiables; por eso están intoxicados de delincuentes políticos y buscavidas que buscan plata fácil. Toda esa mediocridad va explotando en capítulos y el gobierno va quedando desnudo en su ineficacia.
Problemas Económicos y Falta de Inversión
La economía, que se supone es la materia que manejan bien, está dando señales preocupantes. El que puede compra dólares, sube el riesgo país y la tasa de interés está en niveles astronómicos. Imposible invertir en la Argentina, y cuando no hay inversión, la economía se estanca.
El logro de bajar la inflación empieza a olvidarse porque el dinero no alcanza y Argentina tiene precios más caros que muchos países desarrollados.
La Fantasía Electoral y la Realidad
Hay una fantasía en las mediocres cabezas de los estrategas de LLA de que todo lo que está mal se arreglará ganando las elecciones. Eso no existe. Pueden ganar o perder contra una oposición desperdigada y desprestigiada.
Ganar una elección de medio término no garantiza nada. Tener unos diputados más o unos senadores más no significa nada si sigue habiendo un gobierno que está más preocupado por los escándalos de corrupción y por las traiciones internas que por gobernar.
Oportunidad Perdida y Paranoia
Milei tuvo una oportunidad de oro cuando entró al balotaje después de salir segundo detrás de Massa y conseguir el apoyo de Macri. Era el momento de armar un gobierno de alto nivel técnico y contar con el apoyo del electorado republicano.
La paranoia es una característica de los mediocres y el gobierno se encerró en sí mismo, llenando la administración de gente con poco talento y moral dudosa. Que el poder en Argentina sea el triángulo de Milei, su hermana y Santiago Caputo es un mal chiste.
El gobierno tiene que pasar la adolescencia y comportarse como un adulto. Milei ya no despierta entusiasmo. Se quedó solo con los fanáticos. O cambia o será el jefe de una secta.